jueves, 16 de abril de 2009

Literatura para todos: Maria Lopéz Vigil


por Linda Artola
Como una persona sonriente, alegre y muy intelectual se podría describir a María López Vigil, reconocida por su arduo trabajo en el mundo literario, especialmente por su dedicación en la literatura para niños.
Nació y vivió su infancia en Cuba, donde dice haber disfrutado y explotado al máximo su niñez y con una sonrisa melancólica, asegura haber sido feliz. Por un tiempo se trasladó a España para convertirse en monja, pero dejó el hábito al poco tiempo. En 1981 se traslada a Nicaragua, país del que se enamora y en el que actualmente reside. Su centro de trabajo se encuentra en la Universidad Centroamericana (UCA), donde ejerce la labor de editora de la revista Envío, de la cual también fue fundadora.
Para la escritora existen varias hipótesis de por qué los escritores y lectores subestiman la literatura infantil. Una es, porque la sociedad nicaragüense no tuvo una infancia feliz, con esto se refiere a que las personas no jugaron lo suficiente, no hubo oportunidad de desarrollar su imaginación y ser un niño pleno, esto lleva a un menosprecio por la historia, la cultura, la identidad que no está bien definida. Todos estos problemas han sido y siguen siendo arrastrados por la pobreza y la falta de educación.
Su otra teoría es que los autores prefieren los halagos de los mayores, ya que estos sí pueden hacer referencias, comentarios o mejores recomendaciones de los libros. A la hora de premiar a los escritores, también son las personas mayores las que deciden y en la mayoría de los casos, dejan a un lado a los que se dedican a la literatura infantil. En este sentido ella afirma sentirse contenta con la respuesta de su público, que va desde personas mayores, hasta los niños, de los cuales dice recibir los mejores reconocimientos que son los abrazos, besos y muchas sonrisas.
Su objetivo de escribir para los niños es hacer reír y hasta llorar, abrir la imaginación desde el inicio de la vida, darles identidad cultural y que sientan amor por esta. Dice lograr todo esto a través del humor, las emociones y la dialéctica propiamente nicaragüense. Por medio de esta última, dice que logró “hacerse nicaragüense”, porque la adoptó como si fuera su lengua natal, a pesar de ser de origen cubano y haber vivido algún tiempo en España.
López Vigil invita a leer sus libros y el de otros autores que se dedican a la escritura infantil a las personas de todas las edades. Que sean libros dirigidos a los pequeños, no significa que deban ser rechazados por los mayores, ya que un buen libro le gusta a cualquiera, independientemente de su edad.

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